Viaje en el tiempo

La última vez que estuve de levante fue durante el gobierno de Alfonsín en los años 80.
El mecanismo era sencillo. Conocías a alguien en la casa de un amigo, o en una fiesta, o donde sea. Si le habías interesado, te pedía el teléfono. Te llamaba a tu casa (no había celulares), hablaban o no (tampoco había contestadores). Se veían. La historia continuaba…

Repaso mis opciones actuales:

Amigas que puedan presentar hombres: Paula, Claudia, y Marina casadas. ¿Sus maridos tendrán amigos?…complicado.
Lucía, soltera. Pero como hace años que no sale con nadie, sospecho que si tuviera alguien interesante, no me lo presentaría.

Trabajo: Me dediqué a la ginecología porque me gusta tratar con mujeres. Probablemente haya sido un error. Para colmo de males casi todas mis colegas también son mujeres, y los pocos hombres que hay están casados o se les aplica “más vale sola que mal acompañada”.

Cursos, seminarios y workshops: todas mujeres. Yo no sé cómo me las arreglo, pero haga lo que haga y vaya donde vaya…todas mujeres. Ya sea que vaya a una clase de Body Pump, a una de conversación en inglés o a un workshop sobre sexualidad, me encuentro con gente interesante, simpática y sociable…pero todas mujeres. Debo estar maldita.

Entonces tuve una idea brillante, revolucionaria e innovadora. Una idea que marcaría un antes y un después en mi vida.

¿Y si busco en internet?